jueves, mayo 27, 2010

El papel del docente frente las competencias

“Enseñar en la actualidad es concebir, establecer y controlar situaciones de aprendizaje, siguiendo los principios de pedagogías activas y constructivistas”.



Por tanto, el papel del profesor se centra en trabajar por proyectos y tareas complejas, retos que hagan a los estudiantes movilizar sus recursos cognoscitivos, sus conocimientos y habilidades, orientando los contenidos claramente al desarrollo de las competencias.

El profesor tendrá que analizar y definir sus propias capacidades y competencias, realizar una tarea de autoreflexión, que le permita conocerse, para así apoyar a sus estudiantes a desarrollar las competencias deseables.

Las competencias del docente se agrupan en las siguientes categorías:

a) Saber administrar la clase como una comunidad educativa.
b) Saber organizar el trabajo en espacios-tiempo más extensos de formación (ciclos, proyectos de escuela).
c) Saber cooperar con los colegas, los padres y otros adultos.
d) Saber concebir y hacer vivir dispositivos pedagógicos complejos.
e) Saber suscitar y animar gestiones de proyecto como método de trabajo regular.
f) Saber situar y modificar lo que da o retira de sentido a los conocimientos y a las actividades escolares.
g) Saber crear y administrar situaciones – problema, identificar obstáculos, analizar y reencuadrar las tareas.
h) Saber observar a los estudiantes en el trabajo.
i) Saber evaluar las competencias den un proceso de construcción.

Fuente: Perrenoud, P. (2000) Construir Competencias. Entrevista. Universidad de Ginebra.

¿Para qué las competencias?




Competencia: “es la facultad de movilizar un conjunto de recursos cognoscitivos (conocimientos, capacidades, información, etc.) para enfrentar con pertinencia y eficacia a una familia de situaciones” (Perrenoud, 2000).

La escuela ha tomado un enfoque curricular al que se le llama “por competencias”, ¿por qué?, la principal razón es porque en el aula, lo que aprendemos no nos permite enfrentar muchas situaciones, no obstante, al tratar de utilizarlos en nuestra vida diaria, no se solucionan aspectos concretos de los individuos. Por el contrario, se dice que es necesario aprender, para convertirnos en “buenos ciudadanos, tener un buen trabajo”, aspectos demasiado globales.


La idea de las competencias es apoyar a que en la escuela se trabaje más con la transferencia y movilidad de los contenidos disciplinares y las capacidades generales, es necesario trabajarlos  e involucrarlos expresamente. Esto, por supuesto, requiere tiempo, gestiones y situaciones apropiadas, tratando seriamente la antigua problemática de memorizar y acumular saberes, pasar exámenes, sin movilizar esos acervos a la vida cotidiana, a la familia, al trabajo, la ciudad, etc.


Precisamente por ser una situación de gran relevancia para la escuela, el enfoque por competencias debe establecerse a partir de un análisis de situaciones y de las acciones que queremos, se ejecuten, de esto podremos obtener los conocimientos para la escuela, tal como se mencionó anteriormente, la transposición didáctica debe realizarse con cuidad y con tiempo para ser reconstruida.


Las competencias que deben aprender los estudiantes en la escuela para sustentar su autonomía, están clasificadas en ocho categorías:
a)      Saber definir, evaluar y hacer valer sus recursos, sus derechos, sus límites y sus necesidades.
b)      Saber, individualmente o en grupo, diseñar y conducir proyectos, desarrollar estrategias.
c)       Saber analizar situaciones, relaciones de los campos de fuerza de manera sistemática.
d)      Saber cooperar, actuar en sinergia, participar en un colectivo, compartir un liderazgo.
e)      Saber construir y animar organizaciones y sistemas de acción colectiva de tipo democrático.
f)       Saber administrar y superar conflictos
g)      Saber jugar con las normas, servirse de ellas, elaborarlas.
h)      Saber construir ordenamientos negociados más allá de las diferencias culturales.

Fuente: Perrenoud, P. (2000). Construir competencias. Entrevista, Universidad de Ginebra.

lunes, mayo 24, 2010

Ciudadanía en el aula



De las diez nuevas competencias para enseñar que sugiere Perrenaud (2004), se encuentra la de “organizar y animar situaciones de aprendizaje”, donde se menciona la competencia docente para trabajar a partir de las representaciones de los alumnos.

Mucho se habla del “conocimiento previo”, que al final de cuentas, es un sistema de representaciones con coherencia, que ayuda a tener una explicación del mundo y se reconstruye subrepticiamente.

Crear situaciones didácticas en el aula a partir de representaciones de los alumnos, no es dejarlos expresarse para corregirlos enseguida, “lo importante es darles derecho de ciudadanía en la clase, interesarse por ellos, tratar de comprender sus raíces y su forma de coherencia, no sorprendernos de que éstas reaparezcan cuando las creíamos perdidas. Por esta razón, debe abrirse un espacio a la palabra, no censurar de forma inmediata las analogías falaces… con el pretexto de que conducen a conclusiones erróneas” (Perrenaud, 2004; 21).

Y es que, con frecuencia, el docente cree lo que él sabe, es sencillo de aprender para sus estudiantes, y rara vez se pone en el lugar de ellos, sin darse cuenta que “la mayoría de los conocimientos cultos son contrarios a la intuición” (Perrenaud, 2004; 22).

Recordemos que aprender es reestructurar nuestro sistema de comprensión del mundo y esto requiere de un importante trabajo cognitivo.

Fuente: Perrenoud, P. (2004). "Diez nuevas competencias para enseñar. Invitación al viaje". Biblioteca de aula. Barcelona, España.

viernes, mayo 21, 2010

Así enseño

Por: Corina Ruiz Flores Frausto.

Me he fijado que cuando más éxito tienen las clases, es cuando los estudiantes opinan y tratan de explicar alguna situación. De repente todas las alumnas comienzan a participar, y más si se sienten identificadas con el tema que estamos tratando.

Mi clase es Orientación Vocacional y se presta mucho para que se analicen temas en torno a experiencias personales y de otras personas conocidas; se torna un ambiente de reflexión y todas intentan encontrar respuestas a las interrogantes de sus propias compañeras, luego intento yo participar orientando las opiniones para que logren ser mediadas y conceptualizadas.

Lo más complejo para las estudiantes es comprender teoría que creen que no les ayuda, por eso, mis intenciones al planear la clase, son generar siempre una especie de mesa redonda, o debates, en donde no concluimos una respuesta correcta, sino que dimensionamos diferentes puntos de vista alrededor de la idea de vocación, elección vocacional, profesiones, universidades.

En otras ocasiones, explico conceptos y les pido a ellas ejemplos, además, ellas realizan sus propios apuntes y los leen para que las demás corrijan o complementen sus definiciones. En estos casos, intento que sea por turnos y tiempos. Luego, en las clases siguientes, hago sesiones de preguntas y respuestas, en donde aclaramos dudas, y entre todas respondemos. Lo que les entusiasma a las estudiantes es que las preguntas son confidenciales, pero entre todas las respondemos.

Me doy cuenta que mis clases no son muy estructuradas, no planeo pensando mucho en momentos específicos del contenido, sino más bien, intento que ellas se involucren y participen, si no es hablando, que sea escribiendo, pensando, preguntando por escrito. Quizás esta metodología es interesante en muchos sentidos y tiene muchas ventajas, pero una desventaja es que no tengo una sistematización del contenido, sino que me guío a través de los temas.

A grandes rasgos, esa es la manera en la que enseño ;)

La aventura de ser maestro

Por: Corina Ruiz Flores Frausto

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Al leer el texto "La aventura de ser maestro", me di cuenta de que es una tarea compleja, pero en ella debemos encontrar nuestra identidad y las alegrías de la vida.

Menciono esto porque creo si somos maestros es porque a ello dedicamos nuestras vidas, aun cuando tengamos una vida personal, es claro que ser docente nos marca y nos ayuda a seguir siendo nosotros mismos. Somos docentes y personas dentro y fuera del aula.

Además de ser un texto muy preciso y una radiografía de las situaciones que nos suceden a los maestros, me di cuenta de lo valioso que es escuchar más a los alumnos y atenderlos, volverme más humilde y aprender de lo que ellos quieren aportar a la clase, de aprender de sus comentarios, de ser más servicial ante sus sugerencias y propuestas.

No siempre tenemos la razón, ni siempre tendremos los mejores métodos, es bueno escucharlos aunque nos parezca que "perdamos tiempo"; escuchar es una ganancia que nos hará recuperar lo perdido.

En lo personal, me agradó mucho el texto, estaba muy coloquial, entendible y fácilmente digerible. ;)


Fuente: Esteve, J. "La aventura de ser maestro" (Universidad de Málaga)

Ponencia presentada en las XXXI Jornadas de Centros Educativos / Universidad de Navarra. 4 de febrero de 2003

Los saberes de mis estudiantes

Por: Corina Ruiz Flores Frausto.


En definitiva, mis estudiantes utilizan el internet con un medio reservorio y de socialización, sin embargo, sus opciones parecen limitadas y muy concretas, parecen los mismos sitios los que visitan con frecuencia y pocas son las que pueden pensar en que internet también nos brinda la opción de producir, hacer aportaciones más profundas y aprender contenidos académicos. Por lo que me han contestado, pareciera que se centran en el internet como un medio de entretenimiento.

A pesar de ello, tienen habilidad para utilizar los buscadores y para comprender rápido el proceso de subir y bajar información, hacer comentarios e intercambiar ideas. Al buscar algún tema, quizás no sean tan hábiles para elegir las mejores fuentes, pero escogen entre las opciones que les aparecen, descartando información y privilegiando otra.

El hecho de que estén familiarizadas con estas actividades, permite que puedan comprender otros procesos con mucha facilidad, al menos en la materia que yo imparto, Orientación Vocacional, se vuelven indispensables sus conocimientos sobre internet, pues en el mundo tecnológico en el que nos desenvolvemos, las escuelas de nivel superior tienen su propio portal electrónico, además, hay muchas organizaciones que tienen sus páginas web en donde ofrecen servicios vocacionales gratuitos. Anteriormente, yo bajaba esa información, la imprimía y se las daba a conocer en clases, ahora puedo aprovechar sus conocimientos para que ellas mismas intenten navegar en esos sitios cibernéticos.

De tal manera que el docente actuará como guía para darles apoyo. Es importante que él mismo pueda tener esa información antes, que la conozca, que visite los portales para que luego pueda ser claro con las instrucciones a los estudiantes, porque en caso de escuelas como en la que yo trabajo, no tenemos acceso a internet para todo el grupo, sin embargo, sí se pueden dar muestras para que ellas, en equipo, se turnen para pasar al laboratorio y guiarse unas a otras en la búsqueda de información. Otra opción es que intenten visitar por ellas mismas las páginas y revisar en clases qué obtuvieron y cómo dando una misma instrucción para todo el grupo, podemos llegar a tener diferentes fuentes de información.